El niño se rasca la cabeza… Primer signo inequívoco de que puede tener piojos…
Cuando los piojos muerden el cuero cabelludo para alimentarse, viene el picor y el consecuente rascado. De todos modos, el picor no siempre empieza de forma inmediata, dependiendo de lo sensible que sea la piel del niño. A veces, los niños tardan varias semanas en empezar a rascarse. Algunos suelen quejarse de de que tienen cosas moviéndose o haciéndoles cosquillas por la cabeza.
Cuando nuestros hijos tienen piojos, no hay duda de que ha sido otro niño o niña el origen del contagio. La transmisión es siempre cabeza a cabeza o a través de objetos como gorros, peines, auriculares, etc.
No nos tenemos que culpabilizar por haber hecho algo mal o no tomar las debidas precauciones. Los piojos existen desde siempre y seguirán existiendo. Sólo una actitud vigilante para detectar su presencia cuanto antes y un tratamiento eficaz cuando confirmemos que hay infestación minimizarán sus efectos.
Los piojos son visibles a simple vista (miden unos 2-3 milímetros), aunque debido a su gran movilidad a veces es difícil localizarlos. Siempre suele resultar más fácil encontrar las liendres o huevecillos, que aparecen fuertemente adheridos a la base del pelo y son de un color blanquecino y son la clave para confirmar que nuestros hijos tienen piojos.
(Fuente Stop piojos.es)